La reputación de una marca se construye a lo largo de los años, es el valor principal de la empresa.
Cuando un imitador copia una determinada marca, quiere aprovecharse de la reputación ajena, del esfuerzo económico, del esfuerzo en tiempo y del esfuerzo en calidad invertido en la marca copiada.
Con el registro de la marca es más fácil defenderse contra los imitadores, porque registrándola demostramos la titularidad de la marca.