Cuando se empieza con la ilusión de un nuevo negocio de cualquier tipo, lo primero que hacemos en pensar cómo nos llamaremos o cómo se llamarán nuestros productos y/o servicios. No obstante, es muy importante que no sólo utilicemos nuestro nombre o logotipo sino que lo registremos ante la Oficina Española de Patentes y Marcas. Así tenemos la exclusividad del nombre. Hoy en día además, con internet, estamos visibles en todo el mundo de forma muy veloz, por lo que otros pueden copiar nuestro distintivo y registrarlo primero.
El coste de un registro de marca es muy inferior a los costes ocasionados por cambiar de nombre o por defendernos ante los tribunales por utilizar un nombre ya registrado.