La Propiedad Industrial protege las creaciones que se relacionan con la industria, que pueden ser producidas en serie, como las patentes y modelos de utilidad, las marcas y nombres comerciales y también los diseños industriales.
Por otra parte, la Propiedad Intelectual protege creaciones en las que se plasma la personalidad del autor, tratándose de creaciones únicas, como las obras literarias y artísticas, películas, obras de arte, fotografías, esculturas, etc.